Ana Eugenia Chevarria Clavijo

Sacerdote Bajo la Ley
de Cristo

«Tu fe en Cristo debe conducirte al Sacerdocio: por tu fe eres llamado y llamada, al Sacerdocio Crístico»…

Sí, soy mujer y soy Sacerdote
abril 10, 2023

Durante estos años de ejercicio Sacerdotal me han hecho algunas preguntas que quería compartirlas con uds.: 

1.- ¿Eres Sacerdote?, las mujeres pueden ser sacerdotes?

 – Sí, soy Sacerdote y claramente las mujeres SI podemos ser Sacerdotes por Voluntad de Cristo, el Dios vivo. 

Para muchas personas es llamativo o es difícil de entender que existan mujeres sacerdotes, incluso en una ocasión me dijeron  que seguramente el que sea Sacerdote era una nueva moda que surgió por el feminismo y la lucha por la igualdad de género. Pues definitivamente no, no es así, porque el Sacerdocio de la mujer no  ha sido establecido en este tiempo;  ya en el evangelio podemos constatar las acciones Sacerdotales de las discípulas de Cristo, como por ejemplo María Magdalena quien iba a ungir con óleos e incienso sagrado el cuerpo de Jesús, o la Unción que realiza Betania que se relata en Mateo 26.

Estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, se le acercó una mujer con un vaso de alabastro de perfume muy costoso, y lo derramó sobre la cabeza de él, que estaba sentado a la mesa.Al ver esto, los discípulos se enojaron y dijeron:—¿Para qué este desperdicio?, pues esto podía haberse vendido a buen precio y haberse dado a los pobres.10 Al darse cuenta Jesús, les dijo:—¿Por qué molestáis a esta mujer? Lo que ha hecho conmigo es una buena obra, 11 porque siempre tendréis pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis, 12 pues al derramar este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura. 13 De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que esta ha hecho, para memoria de ella.

Para  Cristo nunca hubo ni hay ninguna justificación ni razón que justifique el negarle a las mujeres la bendición de servirlo, de ser sus Sacerdotes.  

Entonces las preguntas que caben acá, es ¿por qué se nos ha negado este derecho espiritual?, y ¿por qué aún es un tema polémico, que necesita ser aclarado?. 

Las respuestas a estas dos interrogantes están interrelacionadas, ya que se ha negado este derecho a las mujeres por intereses mundanos, políticos, económicos, culturales, institucionales y de poder ideológico que han ido cimentando en el ser humano una forma de abordar la fe llena de dogmas, de tradiciones y de costumbres que han ido perdiendo el sentido espiritual. 

En general, no nos preguntamos, no reflexionamos y caemos en ritos que perpetúan formas de relacionarnos con Dios que distan mucho de lo que El ha enseñado. 

Estoy segura, que si te tomas unos minutos para mirar las cosas que te parecen incoherentes de la fe que te han enseñado y buscas explicaciones, las cavilas y las llevas a oración, tu mirada irá cambiando, porque empezarás a tener una fe consciente y libre, y definitivamente para ti, también será irrefutable el Sacerdocio de la mujer

El Sacerdocio de la mujer es reivindicado por Cristo, y sus fundamentos son espirituales y se entienden por qué su Salvación fue para todos.

Cristo entrega el Sacerdocio a mujeres y hombres por igual. Él no hace distinciones de género, de raza, nacionalidad o condición social. El es un Dios Universal y su Sacerdocio no depende de factores mundanos, es Espiritual y  para servicio activo en su plan.

Si quieres profundizar más sobre el Sacerdocio de la mujer, te invito a revisar el siguiente enlace: 

Importante reflexión del Sacerdocio bajo la Ley de Cristo sobre el Sacerdocio en la mujer

2.- ¿Y Te puedes casar y tener hijos?

— Sí. El matrimonio o establecer una familia nunca ha sido una prohibición para poder ser su Sacerdote.

 El servicio a Dios no depende del estar soltero o casado, con hijos o sin hijos.  

El que una persona deba negar o reprimir una parte natural de sí misma como es la sexualidad o el no poder tener pareja es contradictorio a lo que desde el Génesis (2: 18-25) se plantea en el evangelio:

”Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; más para Adán no se halló ayuda idónea para él. Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras este dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; esta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban”.

Cristo, el Dios Vivo, creo a hombre y mujer complementarios e iguales, es como el Yin y el Yang, receptivo y creativo que se fusionan y hacen uno solo. Para Cristo la unión en matrimonio, no es algo formal o ritual, es  espiritual y  la base que lo amalgama es el amor.  Es más, para El, los matrimonios basados en mentiras, costumbres o intereses particulares no son válidos.

Cristo es el Dios de la Verdad, y por ello mismo no acepta ni avala relaciones matrimoniales donde exista maltrato o mentiras.

El tener hijos no es un impedimento para ser Sacerdotes de Cristo. Hay muchas mujeres en el Sacerdocio que tienen hijos, que están casadas y trabajan. El tener o no tener hijos tiene razones espirituales, ya que cada persona viene a cumplir un rol espiritual en este mundo.  

La maternidad, es una gracia que Dios concede y conlleva el poder guiar a los hijos de manera integral, logrando que crezcan como personas conscientes de sí mismos (que no solo conozcan su mente y su alma, sino también conozcan su Espíritu).

3.- ¿Cuántos años has estudiado para ser Sacerdote?

El sacerdocio es una forma de vivir en servicio a Dios, por lo que no es una meta o un título a obtener luego de un tiempo de estudio académico. 

La relación con Cristo es desde el Espíritu, por lo que la formación Sacerdotal que nosotros tenemos, si bien tiene una doctrina, no depende del conocimiento, sino que debes desarrollar herramientas espirituales que te permiten ir aplicando de manera integral a tu vida  todo el orden que Cristo ha dejado plasmado en sus enseñanzas, como por ejemplo en el Sermón del Monte (Mateo 5).

Todos podemos llegar a ser sacerdotes de Cristo, tal como lo refería el Apóstol Pablo, desde el momento en el que uno opta por el bautismo y se consagra a Cristo es su Sacerdote. 

El Sacerdocio es de Cristo, y es El quién lo entrega de acuerdo a su orden y su plan.

Si al leer este artículo te han surgido inquietudes o preguntas, escríbeme para poder ir aclarándolas, ya que para Cristo es fundamental la consciencia y libertad en la opción.

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